domingo, 9 de agosto de 2015

"El perdón" - Autor: Yamandú Rodríguez



Son las cinco de la tarde en un pago de leyenda. A estas horas el ombú, se saca el poncho violeta y lo tiende sobre el suelo curtido de la tranquera. No pasa una virazón. El patio se recalienta con un brasero e'malvones, prendido no bien clarea, adonde las ponedoras van a pintarse las crestas y cuasi siempre murmuran su rosario las abejas. El rancho es de palo a pique. Parece que jué carreta; porque entuavía se ven entre los yuyos dos ruedas: una, es la boca del pozo y la otra, la manguera. Dicen que todo era dulce: el agua, el techo y la dueña, una viejita muy blanca, que dejó viuda la guerra con cuatro hijos varones... y se echó esa cruz a cuestas. Sus manos son un milagro de amor; porque sale de ellas, tierno el pan del amasijo, tibia la leche que ordeñan, blanco de espuma el mantel en el altar de la mesa, donde esas manos bendicen la caridá de la cena, con la hostia de la luna azulando la cumbrera. Esas manos día a día, sacan calor de la rueca, pa antibiar cuatro pichones que desplumó la pobreza. Y esas manos de la madre, con diez palitos sin juerza, van haciendo cuatro gauchos a rigor de potro y sierra. Si alguna vez se enojaba con un gurí, siempre ella, antes de cerrar la noche, le dió la mano derecha para que él se la besase con un: "perdonáme vieja"! Nunca se pudo dormir con un hijo en penitencia. Y esa tarde, el más muchacho, estando solo con ella, olvida la ley de Dios, levanta un puño y golpea el pecho de aquella madre, que es una santa de güena. A'i nomás monta a caballo dejándola cáida en tierra. Y a la oración, cuando güelven los cuatro para la cena, está el fogón apagao y hay un frío de tapera... -¡Mama! - nadie le responde. Temblando ya, la campean. Como buscan a la altura del corazón, no la encuentran; porque la madre está allí, pero sobre el piso: muerta. Los cuatro mozos de luto, al campo santo la llevan. Pesaba tan poco en vida... y aura no pueden con ella! Doblan por las cuatro puntas aquél pañuelo de tierra... cain unas flores de yuyo... se santiguan ... y la dejan. Al otro día un vecino, al pasar por allí cerca, avisa que a la finada le quedó una mano ajuera. ¡Cómo ! Se miran los cuatro y denguno malicea, güelven, le cubren la mano y pa mejor protegerla, rodean la sepultura con un corralito'e piedra... Y la misma tarde, un hombre que cruza con su carreta, le dice que vió la mano otra vez a flor de tierra... Entonces, al más muchacho, le habló al 'oido la concencia; porque se puso 'e rodillas en el corralito 'e piedra, bajó la frente y llorando, pa que la madre l'oyera, como cuando jué gurí, dijo: "Perdoname vieja!". Cubrió de besos la mano... después la cubrió de tierra... y como salía solo para perdonar la ofensa, dende la tarde del beso ya descansó bajo tierra... Y naides más vio la mano de la madrecita güena, que nunca pudo dormir con un hijo en penitencia.

jueves, 30 de abril de 2015

EL MENSAJERO - cuento



El castillo se destacaba imponente sobre la suave campiña europea. El prado, cual verde terciopelo, se extendía por el ondulante paisaje y se perdía en la brumosa distancia.
Sobre el puente levadizo, los dos guardias ya habían agotado sus temas de charla y caminaban aburridos, pateando a veces alguna pequeña piedra que caía al agua del foso que rodeaba la gran mole de piedra y ladrillo.
De pronto, ambos hombres levantaron las lanzas que habían dejado en el piso y se acercaron a la entrada del puente. Un hombre se aproximaba.
- ¿Qué necesita – preguntó sin saludar uno de los guardias.
- Tengo que ver al Rey – dijo el hombre.
- El Rey no está, viajó a la ciudad y creo que vuelve mañana – dijo el guardia, agregando - ¿y para qué lo busca al Rey?
- Le traigo un mensaje.
- ¿Un mensaje?
- Sí, traigo un mensaje de Paz – dijo el hombre.
Los guardias se alejaron unos metros y hablaron entre sí.
- Es un mensajero, seguramente viene de las líneas enemigas. Se ven perdidos y quieren un arreglo pacífico.
- ¿Se ven perdidos? ¡Ya nos han matado miles de soldados!
- Sí, es verdad, tal vez quieren terminar todo y volver a sus casas.
- Eso es más posible.
Ambos hombres regresaron donde el hombre esperaba y dijeron a coro:
- Va a tener que esperar, o volver otro día.
- No, otro día no. Espero – dijo el mensajero, buscando con la mirada una piedra dónde sentarse.
- No, acá no puede quedarse – dijo uno de los guardias.
- Si trae un mensaje debe seguir el Protocolo – dijo el otro.
- Huuuu, la bendita burocracia – murmuró el mensajero con rostro resignado.
- Ahí viene – dijo uno de los guardias señalando a un hombre que se acercaba.
- ¿Quién? – preguntó el mensajero.
- El Protocolo. Ese hombre se llama así. Usted tiene que seguirlo y él le va a mostrar dónde queda la sala de espera.
El hombre llamado Protocolo se detuvo junto a los guardias saludando apenas con un gesto.
- El señor trae un mensaje para el Rey – le dijeron.
- Que me siga – dijo Protocolo.
Los guardias, con un gesto, indicaron al mensajero que hiciera lo indicado y los dos cruzaron el puente entrando al castillo.
Al pasar junto a una puerta, el hombre llamado Protocolo le indicó que entrara y siguió caminando.
El mensajero entró y se sentó en un duro banco de piedra.
Una hora después - cansado de cambiar de posición en el asiento y de caminar y mirar hacia el patio por la pequeña ventana - la puerta se abrió y entró una mujer que el mensajero inmediatamente reconoció como la Reina.
Se arrodilló a modo de saludo, bajando la mirada, pero la Reina dijo.
- Levántate, me han dicho que traes un mensaje para el Rey.
- Sí, un mensaje de Paz… - comenzó a decir el mensajero.
- Se lo darás al Rey, no a mí, pero mañana, cuando regrese – dijo la Reina, agregando: - No debieron dejarte aquí, los mensajeros deben ser recibidos como visitantes ilustres; y si vienen con un mensaje de Paz, con más razón, estas guerras me están cansando. Sígueme.
La Reina salió de allí seguida por el mensajero. Subieron unas largas escaleras de piedra y llegaron a un pasillo con varias puertas.
- Acá te alojarás tú – dijo la Reina -. Aquí, en la puerta que sigue, duermo yo. Esta noche va a hacer frío, ordenaré que te traigan comida y algunas frazadas.
El mensajero entró a la habitación y se quedó observando el lujo que lo rodeaba, para él desconocido, sin animarse a tocar nada.
Llegó una mujer con frazadas y detrás otra con una gran bandeja con distintas comidas, todas de aspecto sabroso.
Apenas se retiraron, el mensajero empezó a comer, probando de todo un poco hasta sentirse satisfecho.
La noche se acercaba y el efecto de la comida hizo que el hombre se recostara, así vestido, y se quedara dormido.
Despertó con el ruido de la pesada puerta de madera. Allí, vestida con un liviano camisón y con el cabello suelto, estaba la Reina.
- En mi habitación hace mucho frío – dijo, agregando: - Voy a dormir aquí, contigo.
El mensajero, asombrado, iba a decir algo, pero otra voz femenina, desde la puerta, dijo:
- Y conmigo.
El mensajero reconoció a la segunda mujer, era la Princesa Cesa, hermana del Rey. Una joven muy poco agraciada que rara vez salía del castillo, pero que ahora se le acercaba con una sonrisa, una botella de champagne y tres copas. 
(El resto de lo que sucedió esa noche pertenece a otro género literario. Como en las viejas películas de Lolita Torres, pasaremos a la mañana siguiente.)
Cuando el mensajero despertó, la Reina había desaparecido, pero la Princesa aún estaba allí, durmiendo a su lado.
La puerta se abrió y entraron algunos sirvientes, dispuestos a limpiar.
- Oh, perdón… - dijeron a coro, retirándose lentamente, sin perder detalle de lo que veían.
La Princesa no les dio importancia, se vistió y salió sin saludar.
El mensajero, luego de un rato, con una escoba logró rescatar su pantalón de una de las lámparas más altas de la habitación, y se vistió.
Un hombre entró trayéndole un copioso y variado desayuno.
- ¿Eres un mensajero? – preguntó el hombre.
- Sí, ¿y tú? – dijo el mensajero empezando a comer.
- Yo soy uno de los ordenanzas. Cuando era joven, fui paje en este castillo, después me casé y ahora, en vez de ser paje empecé a ser…
En ese momento fueron interrumpidos por algunos gritos apagados y corridas que indicaban que algo estaba sucediendo.
- Llegó el Rey – dijo uno en el pasillo.
- Llegó el Rey. Quedate aquí, ya te hará llamar el Rey cuándo sepa que eres mensajero – dijo el ordenanza levantándose de la cama donde se había sentado.
Efectivamente, unas horas más tarde, cerca del mediodía, llegó el ordenanza a buscarlo. El Rey lo aguardaba.
Llegaron al gran recinto. Allí estaban los dos grandes tronos, en uno el Rey, en el otro la Reina.
Luego del intercambio de saludos, el Rey, que parecía nervioso, miró fijamente al mensajero y dijo:
- Me han dicho que traes un mensaje de Paz. Ya hablaremos de eso. Hay algo más importante y urgente. Han llegado a mí algunos comentarios sobre algo que ha sucedido aquí, en mi castillo, anoche.
El mensajero se consideró muerto y se resignó a su suerte. Antes de que intentara una disculpa, el Rey continuó:
- Aquí, mi esposa, me ha contado todo. Al partir le encomendé a ella el honor de mi pobre hermana. Ella reconoce haber fallado en eso. Nada es más difícil de cuidar que una mujer que no se quiere cuidar. Y mi hermana es joven y desconoce muchas cosas de la vida. ¿Qué tienes para decir?
El mensajero se dio cuenta inmediatamente que la Reina - que ahora miraba permanentemente hacia otro lado - había acomodado el relato solamente a lo que los sirvientes habían visto.
- Yo… yo no vivo aquí, no sabía… - empezó a decir el mensajero. Pero el Rey lo interrumpió, diciendo:
- No expliques nada. Yo también he sido joven y he sentido el impulso de la sangre. La tentación de la carne me ha llevado a cometer errores similares, por eso puedo aceptar las cosas con una mente abierta. Resumiendo: el honor de mi pobre hermana se ha perdido para siempre. Ella ha sido mancillada a los veintiocho años, en plena adolescencia. Soy el Rey, y aunque puedo comprender todo, no puedo ser débil. Esto sólo se puede arreglar de dos formas: Con el cura o con el verdugo.
- Con el cura – se adelantó a decir el mensajero.
- ¿Con el cura? ¿Prefieres morir? – dijo el Rey extrañado.
- ¡¡No!! Con el cura… prefiero casarme – exclamó el mensajero.
- El cura es quien se ocupa de las ejecuciones, él mismo toma las declaraciones, condena, recibe las confesiones y mata. Así ahorramos dinero y tiempo. El verdugo ahora está a cargo del Registro Civil y se ocupa de los casamientros, estamos reubicando personal.
- Entonces elijo el verdugo. Me casaré en cuanto su Majestad lo disponga.
- Bueno, será la semana que viene, hay mucho que preparar y además, ustedes deben conocerse un poco – dijo el Rey con una sonrisa irónica.
La Reina se puso de pie, hizo un leve gesto hacia su esposo y se retiró. El Rey, al sentirse solo, dijo:
- Es una buena mujer, pero un poco descuidada. Ahora que entres tú en la familia, cuando yo viaje, serás el encargado de mi reino. Ven, te mostraré lo que traje de la ciudad.
El Rey caminó hasta donde tenía algunos baúles y abrió uno. Sacó de allí un sobre de cartón y de él un disco.
- ¡Esto es oro en polvo! – exclamó, continuando: - ¡Rubén Mattus, un genio de la música! Este tema es excelente, no hay palabras para definirlo, ya lo escucharemos más tarde, la Reina no quiere música a esta hora, ella es muy cuidadosa de los detalles, ya la conocerás.
- ♪♫ ♪ ♫ Salta, salta, salta, pequeña langosta, quieren alejarte de mí a toda costa ♪ ♫ ♪ ♫ - cantó el Rey a media voz dando saltitos por la sala - ¿No te parece genial? El modo en que el poeta se refiere a la muchacha, a su amor, comparándola con una grácil langosta. Un insecto acrídido, la imagen de la belleza y la plasticidad de movimientos. Este Rubén Mattus es un capo, ya mandé a pedir toda su discografía.
Revolvió un poco más en el baúl y, con evidentes signos de estar emocionado, sacó cuidadosamente otro sobre
- Esto… esto… - balbuceó conmovido – Esto casi me ha hecho llorar. Es del mismo autor. Escucha, trataré de cantar una pequeña parte: Que la dejen ir al baile sola    Que la dejen ir al baile sola    la chica ya es grande y se sabe cuidar  … ¿No es tremendo esto? ¡El mensaje! ¡El mensaje oculto hacia los padres sobre protectores, que no confían en sus propias hijas! ¡¡¡Ahí lo dice: “la chica ya es grande y se sabe cuidar”!!! ¡Claro que sabe! ¡Hay que confiar en la juventud! ¡Mira! – se levantó la manga y mostró su peludo brazo – Se me ha puesto la piel de gallina.
En ese momento entró la Reina y preguntó a su esposo:
- ¿El señor va a almorzar con nosotros?
- Sí, por supuesto, ponle un plato junto al de mi hermana.
La Reina se retiró y en ese momento, el Rey se puso serio.
- Bueno, ahora volvamos a lo tuyo; cuando llegué - además de contarme lo que habían visto en tu habitación – me dijeron que eras un mensajero. ¿Es así?
- Sí, llegué aquí con un mensaje. Un mensaje de Paz – dijo el hombre.
- A ver, ¿cuál es ese mensaje de Paz? – dijo el Rey.
El mensajero pensó un momento, para recordar con exactitud el texto del mensaje, y dijo:
- Dice que a ver si se dejan de hacer quilombo de noche con esa música de mierda que no dejan dormir, que si siguen así les va a romper todos los vidrios del castillo.
- Pero… ¿quien dice eso? – balbuceó el Rey sorprendido y sin entender.
- El señor Paz, el vecino que vive atrás del Castillo - dijo el mensajero -. Yo le hago los mandados y me tira unas monedas… ¡Ojo, está re caliente y tiene una honda, es capaz de hacerlo!
El Rey se quedó mirando al mensajero con la boca abierta. Su rostro permaneció inexpresivo y pálido mientras sus ojos recorrieron todas las tonalidades del arco iris hasta detenerse en el rojo furioso.



ü El mensajero fue velado a cajón cerrado y sepultado al salir el sol.
ü El señor Paz y su familia siguen viviendo detrás del castillo.
ü El rey bajó el volumen de su tocadiscos.
ü Rubén Mathus sigue viviendo de eso que hace.

jueves, 19 de marzo de 2015

- VENDIMIA EN CLAVE DE SOL - Guión Vendimia Departamental 2007


VENDIMIA EN CLAVE DE SOL
Seudónimo del autor: “Sebastián de Tahal”

Del nombre elegido: El nombre “VENDIMIA EN CLAVE DE SOL”, que recomiendo en primer término, se debe a que el libreto descrito a continuación está concebido para un espectáculo esencialmente poético - musical. La totalidad del texto a cargo del relator o locutor está versificada, y los temas musicales señalados han sido cuidadosamente elegidos y son fundamentales para expresar en su totalidad las ideas del autor. Títulos Opcionales según Reglamento: “Vendimia en Clave de Esperanza” o “Vendimia en tiempo de Esperanza”
De la Escenografía: El libreto solamente exige Cuatro(4) detalles ineludibles en el fondo visible del escenario:
1)            Un lugar o altar específico donde se depositará la Virgen de la Carrodilla.
2)           Un detalle central que en el cuadro determinado simulará ser la Cordillera de los Andes. (Puede estar allí todo el tiempo o aparecer en el momento indicado, incluso con un efecto lumínico)
3)           Una pantalla donde proyectar imágenes, preferentemente ubicada en el centro del escenario, a una altura adecuada y sobre el detalle anterior.
4)           Un pequeño escenario, a una altura considerable, donde una bailarina vestida e iluminada  adecuadamente, con expresión corporal libre y a determinar, simulará ser el Sol naciente.
Por supuesto se sobreentiende la necesidad de un adecuado juego de luces y sonido de primer nivel en cuanto a potencia y fidelidad. 
Del Afiche: Aunque no es el campo específico de esta convocatoria no quiero desperdiciar la oportunidad para sugerir que, en caso de ser éste el libreto favorecido, el afiche a elegir contenga, como condición, un viñedo que represente un pentagrama, encabezado por una Clave de Sol y donde los racimos marquen notas musicales o, como segunda opción, la silueta de una guitarra donde las cuerdas se confundan con el dibujo de una viña espaldera. 
Otros detalles menores sobre la escenografía:
Además de lo señalado en el encabezamiento respecto a la parte posterior y visible del escenario, en determinados cuadros serán necesarios sobre el mismo algunos elementos que podrían estar situados allí desde el inicio del espectáculo, ubicados de forma que no interrumpan el desplazamiento de los bailarines ni afecten el contenido de los otros cuadros: En un rincón (cerca de la entrada principal de los protagonistas) se verán algunos tachos de cosecha apilados. Una enramada pequeña, (que puede estar dibujada o sugerida de algún modo en el fondo) algunos cajones o fardos de pasto, herramientas de labranza, sillas de paja, una mesa pequeña y un horno de barro. Éste debe estar ubicado contra el fondo del escenario y cerca de una escalera de bajada del escenario. En determinado cuadro de índole cuyana, por una abertura oculta en el fondo del horno, se introducirán empanadas calientes. Las mismas, una vez extraídas por el frente, serán servidas a las autoridades y reinas presentes. Otro detalle que creo daría un toque tierno y a la vez realista al citado cuadro cuyano, sería la presencia de un perro manso, preferentemente un galgo, sobre el escenario.
Aunque no pertenece al libreto, además de los detalles apuntados, el escenógrafo deberá tener en cuenta el trono para la reina que será elegida inmediatamente después de terminado el espectáculo.
Los puntos señalados anteriormente referidos a cuadros cuyanos, tradicionales e ineludibles en este festejo de fin de cosecha, no deberían ocupar mucho espacio útil. Se propone que el resto del escenario sea luminoso, muy colorido y moderno. Los colores del escenario, de las luces y la expresión de los bailarines tendrán la responsabilidad de despertar las emociones del publico por medio de los ojos. La poesía y la música buscarán el mismo objetivo por los oídos. La voz del locutor se escuchará en off y estará grabada junto a la totalidad del guión, incluyendo esta grabación todos los temas musicales a bailar. Los mismos estarán marcados en la grabación en distintos “traks” que permitan la supresión a agregado de música o efectos sonoros. Solamente en el cuadro final el locutor aparecerá personalmente sobre el escenario para simular decir en vivo el párrafo que da por terminado el espectáculo. A fin de asegurar la realización normal del espectáculo, al inicio del mismo, además del archivo en computadora se deberá contar con: al menos dos CDs con el mismo archivo, compactera y demás elementos de sonido listos para suplir cualquier falla imprevista.






Ð VENDIMIA EN CLAVE DE SOL Ñ


Acción e Imagen
                 Voz, sonido y música
Primer cuadro – Introducción – La Cosecha:
El espectáculo comienza con el escenario a oscuras. Se empieza a escuchar con alto volumen el tema musical inicial. Después de unos segundos desde el lado derecho del escenario entran en fila un grupo de hombres y mujeres vestidos a la usanza cuyana: los varones con ropa de trabajo con las mangas de la camisa abrochadas, pañuelo al cuello y alpargatas; las mujeres con largas polleras, camisas abrochadas totalmente y pañuelos en la cabeza. Los hombres llevan tachos de cosecha y las mujeres tijeras. Realizan expresión corporal sobre el primer tema musical determinado y a la vez simulan estar cosechando. Sobre la pantalla se proyectan imágenes o filmaciones de la cosecha. Cuando termina el primer tema musical (la cosecha) y, sin pausa, comienza el segundo, (el fin de la cosecha) los bailarines, gradualmente, van dejando los elementos de trabajo apilados en el rincón elegido para los cuadros de carácter cuyano, donde ya estarán los demás elementos sugeridos al principio. Cuando este segundo tema musical se acerque a su final, el grupo, siempre dentro de la expresión corporal diseñada al efecto, irá abandonando el escenario dejando en él a un solo labriego.

Temas de base para este cuadro inicial: “Atacameño” y “Chirihuanos” del Grupo “RAYMI”.
La cosecha ha finalizado y se siente cansado. Se seca la transpiración de la frente, se sienta sobre un cajón y se frota las manos doloridas. Aunque el texto que se oirá a continuación, en off, está dirigido a él, no demostrará oír nada. Este mismo labriego (un bailarín) permanecerá en el escenario durante la mayoría de los cuadros, en algunos como espectador y en los que se determine integrándose al grupo de baile.
Sin pausa, al terminar los dos temas del cuadro anterior, comienza una melodía instrumental a determinar que acompañará la acción del labriego y servirá de fondo a las palabras del locutor durante todas las partes del espectáculo donde no se especifique lo contrario. Para este fondo se ha pensado en el tema “El viento entre los árboles” de Daniel Altamirano. (Extraída la voz con el programa de computación Karaoke)





Locutor:

Mendocino, ¿qué te digo
que no sepas por la tierra?
Desde que abriste los ojos
Ella ha sido tu maestra.

Hoy, a tu verde viñedo
Llegó el tiempo de cosecha
y tus manos se han teñido
entre vendimia y melezca.

¿Qué puedo decirte yo
que no sepas por la tierra?
Desde que tienes memoria
tu paisaje fue el viñedo

Él te conoce de niño,
sabe de todos tus sueños
reconoce tu alegría
al ver el trabajo hecho.
¡Déjalo que sea él
quien te regale esta fiesta con olor a vino nuevo!
Segundo Cuadro Musical: Festejo - La Alegría del Fin de Cosecha.
Entran varios bailarines de ambos sexos. Aunque el tema elegido es una cueca en versión instrumental, la coreografía deberá alejarse de la tradicional y estará dirigida a representar la alegría del fin de la cosecha. Los bailarines deben ser los mismos que han aparecido como cosechadores en el cuadro anterior, pero pueden haber cambiado detalles de su atuendo. Las mujeres pueden haberse soltado el cabello y los hombres pueden tener ahora los puños de la camisa doblados y el cabello mojado, dando la impresión de que se han refrescado. El labriego se unirá al grupo.

Tema musical sugerido como fondo y base de la expresión corporal: “Cueca del Reloj” – en la versión del Trío “Vitale – Baraj – Gonzalez” o del grupo instrumental “Huella Pampa”.
Los bailarines abandonan el escenario dejando solo al labriego del segundo cuadro. Con un cambio de luces escénicas se indica un cambio de cuadro. El fondo musical deberá ser siempre continuo y sólo respetar las pausas debidamente indicadas en el guión.
















(Con el  fondo musical señalado.)

Locutor:

Otro año, otra esperanza,
un horizonte distinto
Allá, detrás de los álamos,
viene anunciándose el frío.
Tu corazón, el del hombre
que conoce su camino
no abandonará esta tierra
que huele a patria y a vino.

Tus manos aún conservan
el color de la uva tinta
y tus hombros tiene marcas
donde el tacho se apoyó.
Pero tu rostro sonríe...
no has perdido la alegría
¡¡Otro año, otra cosecha, ...
has cumplido tu labor!!


Tercer Cuadro Musical: Tonada tradicional sobre el tema de la cosecha.
Por lo representativo y por el aprecio del público local se sugiere la presencia en vivo del cantautor local Anselmo de Mendoza. Si esto no fuera posible se deberá recurrir a algún otro cantor cuyano local reconocido por el publico. (Carlos Hernández Nieto o Chiche Flores) Éste, con una guitarra en sus manos, entra, se abraza con el labriego que ha permanecido en el escenario, se sienta en una silla o en un cajón y comienza a cantar una tonada. (Se reitera que, para mayor seguridad y fidelidad auditiva, toda la música debe estar grabada previamente)

Se sugiere alguna tonada sobre el tema específico de la cosecha o sobre el tema de la amistad.
El cantor se despide del labriego con un abrazo y se retira. El labriego vuelve a sentarse y permanecerá allí durante todo el cuadro siguiente.
Un cambio de luces indica un cambio de cuadro. En la pantalla comienzan a proyectarse imágenes de un barco con inmigrantes, en medio del mar. (Estas imágenes peden extraerse de alguna película documental sobre el tema.)





Con fondo musical apropiado recomienza el locutor:

Llegaron alguna vez
navegando su dolor
mirando atrás y llorando
lo que dejaban allá.
Las lágrimas que caían
se mezclaban con el mar
como buscando un olvido
que no habría de llegar.

Son ellos, los inmigrantes,
los que llegaron sin nada
y recibieron la tierra,
así nomás, como estaba,

Ninguno olvidó su origen,
sueñan volver algún día
poder contarle a su gente
cómo es esta nueva vida,
cómo, con sus propias manos,
y mucha, mucha esperanza
hicieron un paraíso
de esta rincón mendocino.

Cuarto Cuadro Musical: Los Inmigrantes
Este cuadro es uno de los más extensos. Está dedicado a la música y bailes de las colectividades de inmigrantes. Sin texto intermedio ni pausa en los temas musicales, se van sucediendo los números de baile de las colectividades de inmigrantes más representadas en la zona. No se especifican cuáles colectividades se presentarán ni los temas musicales que se bailarán, quedando esto a criterio del director general del espectáculo en conjunto con los representantes de cada grupo.
En la pantalla se proyectan imágenes del lugar de origen de la colectividad que ocupe el escenario. Estas imágenes pueden conseguirse en Internet.

Música y bailes a determinar por las respectivas academias o colectividades de inmigrantes.
Al cambiar de colectividad un efecto musical de fondo puede cubrir el espacio de tiempo necesario para el recambio de bailarines.
El labriego se pone de pie y se prepara. Deberá unirse a los bailarines que llevarán a cabo el siguiente cuadro.
Cuando terminan, siempre con fondo musical adecuado, recomienza el locutor:

El tiempo que no borró
las costumbres de su tierra
fue pasando y afirmando
sus pies en el nuevo suelo.
Su semilla ha germinado
Se han dormido los abuelos
Tal vez marcando un destino
que ya no tiene regreso.

Así, de a poco y mezclando
su sangre con el sudor
se fueron sintiendo parte
de este rincón de Mendoza,
¡¡Habitantes de este suelo,
defensores de su pueblo,
Alvearenses por derecho,
gente nuestra, gente criolla!!
Quinto Cuadro Musical – Música y bailes regionales - Género Folklórico Argentino
En este cuadro, al igual que se hizo en el de los bailes de inmigrantes, se suceden en forma continua los bailes de una Zamba, una Chacarera, una Cueca Cuyana y un Gato Cuyano. Estos temas pueden ser bailados por los mismos bailarines, cambiarse algunos o la totalidad, según disponga el director y las academias participantes. Simultáneamente con los bailes, en el costado del escenario donde se han colocado los elementos antes señalados, se representa un patio cuyano. Un grupo de folkloristas, con guitarras y en un rincón, simulan ejecutar los temas que se están bailando. Otras imágenes teatrales autóctonas completan el cuadro. Algunas mujeres cuyanas extraen empanadas calientes del horno y las reparten entre las autoridades y reinas presentes. Pueden acompañarlas de vasos de vino casero.
En la pantalla se proyectan imágenes de viñedos, canales, acequias y/o caminos rurales.

Temas a bailar (en este orden):
Zamba: “Por caminos que son un Vergel” – Los Altamirano.
Chacarera: “Chacarera del Soltero” – Hernán Figueroa Reyes.
Cueca cuyana: “Cuando me voy a Mendoza” – Los Fronterizos.
Gato Cuyano: “Viejo Cochero” – Hernán Figueroa Reyes.










En este momento de la poesía recitada por el locutor,  comienzan a verse relámpagos sobre el cielo (Sin truenos todavía) que presagian la tormenta del cuadro siguiente. Los bailarines, con signos de temor y alarma, miran al cielo y se persignan mientras permanecen un momento sobre el escenario. Una mujer anciana corre a hacer una cruz de sal en el suelo. La tormenta se demora en precipitarse hasta que el locutor termina de hablar.
Con fondo musical recomienza el Locutor:

¡Qué bueno es verlos bailar
la música de esta tierra!
La tradición mendocina
Vive en el gato y la cueca
Y susurra en la tonada
Versos de amor o de pena.

Pero... a veces, es el cielo
Quien se enoja sin motivo
Tal vez... tal vez celoso de verlos
Felices frente al cultivo...
Y se queja... a su manera
... Con el trueno... y el granizo.
Sexto Cuadro: Tormenta de Granizo
Con efectos luminosos y de audio se representa una fuerte tormenta de verano. Los bailarines corren a refugiarse saliendo del escenario.

La luz tenue y azul representa la destrucción que ha dejado la tormenta. El labriego entra desde un costado y camina desolado mirando al suelo y moviendo la cabeza.
Al terminar los efectos de la tormenta, con otro fondo musical suave, que denote tristeza, el locutor recita:

Mendocino, ¿qué te digo
que no sepas por la tierra?
Los que te miran de lejos
no conocen tu tristeza
Cuando el granizo se opone
a la palabra cosecha.

Cuando tus sueños se mezclan
entre los racimos muertos
Cuando las lagrimas brotan
y se hacen barro en el suelo
Y se te escucha decir:
-                      Habrá que empezar de nuevo.

Séptimo Cuadro Músico-Teatral: El Sol de la Esperanza

Las luces del escenario se apagan totalmente. En algún lugar alto del escenario, aparece gradualmente un nuevo Sol. Esta salida del sol, sinónimo de una nueva esperanza, será representada por una muchacha vestida con color naranja flúor, con largos flecos del mismo color, iluminada con luz negra, haciendo expresión musical libre hasta quedar ubicada sobre un sector alto del escenario. La luz, debe ir aumentando gradualmente y pasando de color celeste a rosa y luego a amarillo, quedando iluminando totalmente el escenario al terminar la expresión.
Tema musical irreemplazable: “¿Donde vas con este Sol?” extraído de la banda original de la película Juan Moreira o en la versión interpretada por el grupo “Huella Pampa”.












Cuando el sol ha ocupado su lugar en el escenario y queda fijo en el mismo, la música baja su volumen. Entran al escenario bailarines, vestidos como en el primer cuadro. (Sobre la cosecha) Mientras el locutor recita, toman las herramientas de labranza y representan el recomienzo de los trabajos rurales después de una tormenta de granizo.
Recomienza el tema musical señalado como base al principio. el Locutor recita:

La esperanza está en tus manos,
no es poca cosa esperar.
Ese sol que te sonríe
mientras calienta la tierra
Sabe que vas a seguir,
que no dejas la pelea...
Se han salvado unos racimos...
allá,... contra la alameda.

Tu boca guarda silencio
Aunque... parece moverse.
Le estás rezando a la Virgen,
pidiéndole por tu gente.
¡Por inviernos con nevadas,
por veranos sin tormentas!
¡¡Por la vida en su conjunto,
por una nueva cosecha!!       

Octavo Cuadro: Virgen de la Carrodilla
Este cuadro, tradicional e ineludible, se representa con una procesión con la imagen de la Virgen de la Carrodilla. Cuatro hombres que encabezan dicha procesión cargando en sus hombros la imagen de la Virgen entran por la izquierda seguidos de una larga fila de hombres y mujeres portando velas. A dicha procesión se suman los bailarines que han quedado sobre el escenario. Cruzan hasta el altar o lugar determinado, que debe estar en el sector opuesto al de la entrada al escenario, y allí depositan la Virgen.
Tema Musical: “Virgen de la Carrodilla” de Hilario Cuadros. La interpretación del mismo comienza con el recitado que antecede este tema en la versión de Daniel Altamirano, recitada por éste o por el locutor del espectáculo. Inmediatamente de terminado este recitado, el tema continúa en forma instrumental. Esta segunda parte admite dos opciones:
1)            Un inmigrante ucraniano, fácilmente identificable por su aspecto y su ropa, se ubica en un costado del escenario y con un acordeón a piano ejecuta en forma puramente instrumental el tema indicado.
2)           El mismo inmigrante ejecuta el tema con una armónica. Puede ser sentado sobre el borde del escenario.
(Para grabar la música en armónica, que es la que prefiero y sugiero en primer término: Poncho Arriaga)
Cuando el cuadro termina y la Virgen está en su altar, los promesantes comienzan a retirarse.
Con fondo musical, el locutor recita:

El vino es sangre nueva
que se guarda en la bodega
Es la sangre de la cepa
que está presente en la mesa
Y entra a la copa del hombre
para que el hombre la beba.

Pero hay otra sangre nueva...
Que es parte de nuestra sangre.
Que crece junto a nosotros,
Que se nos va de las manos
Y se mezcla con la vida
de grandes centros urbanos.

Es la sangre de los jóvenes
Que tienen alas y vuelan...
¡¡Por esa sangre yo brindo,...
quiero esa sangre en mi tierra!!

Noveno Cuadro Musical : La Juventud
 Se proponen tres posibilidades. Se puede elegir una o aceptar e incluir dos o todas en forma continua.
1)            Con algún tema rítmico del grupo local “Vieja Cepa” un grupo de jóvenes baila o se expresa corporalmente. Si el tema fuera “El Gran Romántico” sobre la historia de Bairoletto, un grupo teatral podría representar el texto de la letra.
2)           Alguna academia local podría bailar un tema conocido del género denominado Hip – Hop
3)           Un grupo de jóvenes baila libremente el tema “Nada de eso fue un error”, grabado por músicos locales en una versión especial con una letra sobre el tema de la cosecha. El autor se compromete a escribir dicha letra si fuera necesario.
En cualquiera de las opciones sugiero que, entre los participantes, se incluya a discapacitados Down de nuestra ciudad.


Al terminar el cuadro los bailarines salen corriendo del escenario. Las luces sugieren un cambio de cuadro. Mientras el locutor recita la introducción al siguiente cuadro, el detalle escenográfico que representará la Cordillera de los Andes aparece o comienza a destacarse con la iluminación quedando el resto del escenario a oscuras.
Coincidiendo con la finalización del texto del locutor, entran los dos protagonistas del siguiente cuadro, aunque todavía sin iluminación.
Cuando este baile termina, la música de fondo sugiere un cambio de cuadro coincidente con el cambio de luces.

El relator recita:

Hay un camino que pasa
por mi pueblo y se dirige
directamente hacia el mar,
detrás de la Cordillera
...Y hay ambiciones que quieren
que siempre sea de tierra.

Que cueste mucho llegar
a esa cercana frontera
donde nos espera un pueblo
que comparte nuestros sueños,
que quiere las mismas cosas,
aunque hable con otro acento.
¡¡Brindo por ese camino...
con mis hermanos chilenos!!

Décimo Cuadro Musical – Paso Pehuenche - El Vino
Este cuadro también es extenso, pero de fundamental importancia. Alude en primer término al camino Alvear – Malargue y su continuación hasta el Paso El Pehuenche. Expresa también la coincidencia de sueños y costumbres entre mendocinos y chilenos, refiriéndose como ejemplo al vino y su presencia en la poesía de ambos pueblos. Contiene las poesías “El Vino” de Alberto Cortez y “Me gusta el vino” del poeta chileno Tito Fernández, “El Temucano”. Estas poesías se escuchan intercaladas y recitadas, la del chileno, por su autor, y la del Cuyano por el locutor de la fiesta u otro elegido oportunamente.
En el escenario, uno en cada extremo, se ubican un labriego mendocino (el mismo del primer cuadro) y un “Huaso” chileno. Éste último viste su atuendo tradicional distintivo, con altas botas y sombrero de ala ancha. Ambos tendrán a su lado una mesa y una silla. A su criterio, a veces estarán sentados y otras veces de pie. Cuando simulen recitar su parte se dirigirán cada uno al otro protagonista, no al público, ignorando la representación escénica de la cordillera que se les interpone, pero, se supone, no los separa. El labriego mendocino tendrá sobre su mesa una botella de vino y un vaso y beberá algunos tragos mientras habla el chileno. El “Huaso” también beberá a veces mientras hable el argentino, pero de una bota de cuero. Además, éste último tendrá una guitarra que tomará y simulará tocar en dos pequeños párrafos cantados, en la poesía respectiva. En el centro del escenario, una imagen escénica a determinar y ya citada, representará la Cordillera de los Andes. (Puede ser desde un simple triángulo apoyado en una de sus bases hasta lo que el escenográfo disponga, pero no deberá ser excesivamente alta, pues debe representar un obstáculo salvable, que separa pero no divide a ambos pueblos.)
Los protagonistas simularán recitar los poemas aludidos alternadamente a razón de una estrofa cada uno. La iluminación, (a cargo en este cuadro de los dos seguidores y lo que se haya determinado para el detalle central de la Cordillera,)  cambiará resaltando siempre y alternativamente al hombre que está hablando. (Esta parte de la grabación de base debe hacerse por un profesional experimentado aprovechando las posibilidades que brinda la estereofonía, enviando el sonido hacia uno y otro extremo del escenario, coincidente con quien deba actuar esa declamación.) Para ilustrar mejor la idea y  recordar permanentemente al público la necesidad de esa vía directa desde nuestro departamento a Malargüe, y a partir de allí a la vecina República de Chile, en el centro, sobre la representación de la Cordillera, en una pantalla se proyectarán imágenes del camino Alvear - Malargüe, el Paso Pehuenche y, de ser posible, tomas del mismo camino en el sector chileno. 
Comienza a escucharse una guitarra en ritmo de cueca chilena. El proyector seguidor ilumina al Huaso Chileno, que permanece quieto. La guitarra va cambiando su ritmo hasta quedar en cueca cuyana. En ese momento la luz que iluminaba al chileno se apaga y otro seguidor destaca la figura del Cuyano, en el otro extremo del escenario.

Para una mejor comprensión del cuadro adjunto una tabla expresa con el texto de cada protagonista, con los párrafos numerados según el orden a seguir en la grabación:






EL VINO
Autor: Alberto Cortez
Ubicación: Sector Izquierdo

ME GUSTA EL VINO
Autor: Tito Fernández
Ubicación: Sector Derecho



1)Sí señor... el vino puede sacar
cosas que el hombre se calla;
que deberían salir
cuando el hombre bebe agua.





3)Va buscando, pecho adentro,
por los silencios del alma
y les va poniendo voces
y los va haciendo palabras.





4)A veces saca una pena,
que por ser pena, es amarga;
sobre su palco de fuego,
la pone a bailar descalza.






6) Baila y bailando se crece,
hasta que el vino se acaba
y entonces, vuelve la pena
a ser silencio del alma.





8)El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cosas que queman por dentro,
cosas que pudren el alma
de los que bajan los ojos,
de los que esconden la cara.





10) El vino entonces, libera
la valentía encerrada
y los disfraza de machos,
como por arte de magia...








12) Y entonces, son bravucones,
hasta que el vino se acaba
pues del matón al cobarde,
solo media, la resaca.






14)El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Cambia el prisma de las cosas
cuando más les hace falta
a los que llevan sus culpas
como una cruz a la espalda.






16)La puta se piensa pura,
como cuando era muchacha
y el cornudo regatea
la medida de sus astas.






18)Y todo tiene colores
de castidad, simulada,
pues siempre acaban el vino
los dos, en la misma cama.





20)El vino puede sacar
cosas que el hombre se calla.
Pero... ¡qué lindo es el vino!.
El que se bebe en la casa
del que está limpio por dentro
y tiene brillando el alma.




22) Que nunca le tiembla el pulso,
cuando pulsa una guitarra.
Que no le falta un amigo
ni noches para gastarlas.






24)Que cuando tiene un pecado,
siempre se nota en su cara...
Que bebe el vino por vino
y bebe el agua, por agua.






2)Me gusta el vino, porque el vino es "güeno",
pero cuando el agua brota,
pura y cristalina, de la madre tierra,
más me gusta el vino.




4)Me gusta el vino porque el vino es tinto, "iñor"
y porque sale "chorriando del 'uva",
porque tiene sabor a campo, lindo,
y a la negra, "güenamoza", que me gusta.




5)Me gusta el vino porque el vino es "güeno",
porque lo saca el trabajo de la tierra,
porque emborracha, cuando uno está sereno,
y porque alegra cuando uno tiene pena.




7) Me gusta el vino porque chicotea
cuando uno anda de lacho,
por ahí, y no se anima, "poh iñor"
cuando canta en la rodaja de una espuela
o dibuja, en pintitas, la enagua de una "china".





9)Me gusta el vino por eso, porque es vino
y porque está en el "aro" de la "cueca",
porque está en el descanso del camino
y en la mesa "quería" con mi vieja.




11)Me gusta el vino porque me hizo llorar no sé por "onde"
cuando salí a tomar, una vez, con los amigos,
y traté de mostrar que ya era un hombre,
cuando no se me secaba ni el ombligo, "iñor".




13)Me gusta el vino porque me hizo daño
cuando me tocó el olvido, hace algún tiempo,
y me lo pasé tomando, me acuerdo, casi un año
y no pude arrancármela de "aentro".






15)Me gusta el vino porque no "jué" vicio,
más bien "jué" una lección bien "aprendía"
la vida nos exige sacrificios
y no puede andar tirando "por ahí", uno, la vida.




17) Canto (El chileno toma una guitarras y simula tocar y cantar)

Allá va la muerte, me está esperando
allá va debajo de la enramada,
allá va debajo de la enramada.




19)Me gusta el vino porque estoy contento,
porque puse otro cuento en la guitarra,
porque puedo cantar, con sentimiento,
de las cosas y la gente de mi patria.






21)Me gusta el vino al "lao" del "asao",
de las papas "cocías", la "ensalá",
al "lao" del ají, del "peure cuchariao",
ése tan rico que hacía mi "amá".




23)Me gusta el vino el Sábado en la tarde,
y me gusta con harina
el Domingo en la mañana,
y p'a que no me deje feo mi compadre
me gusta el vino casi "toa" la semana.




25 – (el chileno canta simulando tocar la guitarra y luego continúa con su parte hasta terminar.)

Allá va la muerte, me está esperando,
allá va debajo de la enramada,
allá debajo de la enramada.

(Deja la guitarra y se dirige al público.)

Vaya ahora un consejo,
en serio, p'al que quiera,
hay que medirse p'a tomar sin propasarse, pues,
yo, por ejemplo, de la guata hasta la pera,           (Se toca esas partes)
hago seis litros y cuarto,... sin envase.




(A partir de aquí se regresa al formato habitual del libreto)


Acción e  Imagen
Voz, sonido y música


En la pantalla se proyectan imágenes de escolares jugando en el patio de alguna escuela rural y niños caminando o jugando en los callejones de alguna finca.

Efectos de luz comienzan a sugerir un cambio fundamental el espectáculo.
Con fondo musical apropiado que indique un cambio de cuadro y de tema. El locutor recita:


Como sucede en algunos cuentos,
La historia vuelve al principio.
Y en el principio del hombre
siempre encontramos un niño.
Y los niños de Mendoza
Son iguales... y distintos.
Ése niño que hoy corre por los callejones
y se esconde en las acequias,
Ése que camina tanto
para llegar a su escuela
y conoce por su nombre
cada pájaro que vuela...
Que ha visto crecer las cepas
Y ha borrado su sonrisa
Cada vez que el horizonte
Se ha teñido de tormenta.
...Ése será quien se encargue
De las futuras cosechas.

Ése niño es la esperanza
De los que vamos pasando
¡¡Brindo por él y  un futuro
de vendimia y de trabajo!!



Undécimo y Último Cuadro Musical: La Niñez - Con la música del tema “Y ahora cantan los niños”, grabada en este caso con letra propia, la canción va nombrando a los distintos distritos y parajes importantes de General Alvear.
Mientras el cantor canta cada una de las estrofas, nombrando a uno o más distritos o parajes, grupos de niños (de 3 a 5 por cada estrofa) que representan a esos lugares, suben al escenario y cantando a coro se unen al estribillo de la canción. Por su experiencia como cantante y arreglador se propone que la grabación y representación escénica de este tema esté a cargo del cantautor local “Servando”. La Letra que llevará en esta oportunidad la canción pertenece al mismo autor del guión. Al finalizar este cuadro el cantor y los niños permanecen sobre el escenario.
Para integrar al público al espectáculo y fundamentalmente a este cuadro final, en algún lugar del escenario se descuelga un gran cartel con el estribillo a cargo de los niños.
Tema Musical:
Y AHORA CANTAN LOS NIÑOS
Versión Especialmente escrita para esta fiesta
A continuación, en una página especial se adjunta la letra de esta canción que será la que cierre el espectáculo.

“Y AHORA CANTAN LOS NIÑOS

Desde el Sur y del Oeste viene llegando a esta Fiesta
y ahora cantan los niños, de Cochico y Canalejas.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Los de Bowen y Carmensa también quieren festejar
Se han unido a nuestro grupo y nos ayudan a cantar

  (Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Nunca dejaron la lucha, quieren el tren en sus vías
Son de Oeste, Pueblo Luna, y hoy nos cantan su alegría.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.
  
El Nevado, El Juncalito, La California y El Ceibo
Han subido al escenario y se unen al festejo                                

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, ni venenos en nuestras aguas,
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

La Escandinava ha llegado junto con Los Campamentos
Sus niños suben ansiosos de unirse a este festejo

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, ni venenos en nuestras aguas,
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Compuertas Negras, Los Ángeles, Boliche Blanco, El Desvío
Dicen presente en la fiesta mientras se acercan sus niños.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

La Montilla, El Pozo Hondo, El Ventarrón y La Mora
También suben a cantar esta canción que los nombra.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Poste de Hierro se acerca junto con La Marzolina
Estos niños que han subido han crecido en esas viñas.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Kilómetro Ochenta y Cuatro viene con Corral de Lorca
Esta fiesta los ha unido y nos cantan esta copla.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Aunque viven en el centro quieren mucho a su paisaje
Son los niños de Ciudad que nos brindan su homenaje.

(Estribillo cantado por el coro de niños. Aquí suben también los chicos Down.)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.

Seguirán brotando niños en las viñas de mi tierra
En las parras de la vida siempre tendremos cosecha.

(Estribillo cantado por el coro de niños)
No más guerras, no más drogas, no más aguas con veneno.
Más estudio, más progreso y un futuro en nuestro pueblo.



Antes de que terminen los aplausos el locutor recita con énfasis:
Locutor:

¡¡Qué suerte tienes, Alvear,
con la gente que te puebla!!
¡¡Los que se han ido, vendrán,
ellos no dejan la tierra!!
¡!En las viñas de la vida
siempre tendremos cosecha!!

Para terminar se proponen dos opciones:
La primera sería repetir la canción anterior, completa o una parte, en este caso sumando a los niños del coro a todos los artistas que han participado del espectáculo.
La otra opción es comenzar  inmediatamente con la Marcha de la Vendimia dando por terminado el espectáculo.
FIN






FIN



Rubén Antolín Heredia - 2006